jueves, 10 de junio de 2010

Puertas afuera

"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" Marcos 16:15

En muchos países donde los predicadores toman las calles, plazas y esquinas, las reacciones que esto produce en las personas que transitan estos espacios, son muy diversas. Las expresiones de desaprobación no se hacen esperar, sin embargo, algunos escuchan atentamente y les parece que "no son tan malos los mensajes". Muchas veces, los predicadores son personas de origen humilde que desean hablar de las cosas grandes que ha hecho Jesús en sus vidas y dejan sus voces entre oraciones y cantos de alabanza.

Una vez un hermano de una iglesia Chilena, visitaba el templo al que asistía uno de estos predicadores y observó que estaba lleno de gente que alababa con gran alegría y pasión. Al preguntarle al pastor cuál era el motivo que atraía a tanta gente, él respondió: "La iglesia sirve más afuera que adentro" y ciertamente el pastor había descrito una gran verdad; la palabra "iglesia" en griego, significa "llamados afuera".

Este es el tiempo para recordar lo que nuestro Señor Jesucristo dijo antes de ascender a los cielos: "Id y predicad", pero en cambio, nosotros solemos decir exactamente lo opuesto: "Vengan a escuchar", no es de extrañar que los templos estén tan vacías estos días.

Ciertamente, no está mal que la iglesia se reúna en el templo para adorar, estudiar la Biblia y programar actividades, pero eso es sólo el comienzo; el mandato divino continúa afuera, predicando, visitando, sirviendo y ayudando en nuestras comunidades. De esa manera, estaremos dando un aporte real al mundo necesitado de hoy, porque no olvidemos también que quienes somos creyentes-evangélicos debemos ser luz y sal donde nos encontremos. Nuestro llamado es a ser diferentes y predicar a otros con nuestro testimonio.

¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!

La iglesia de Jesucristo debe abrir sus puertas hacia afuera

Lecturas: Hechos 9: 26-35
Mateo 5: 13-14
Juan 12: 35-36